A su vuelta de Tierra Santa, Ivanhoe, hijo de un caudillo sajón, participa en el torneo que proclamará «reina de la belleza» a su amada lady Rowena. El joven resulta herido, pero vence a los caballeros normandos que apoyan a Juan Sin Tierra (quien pretende coronarse rey en ausencia de su hermano, Ricardo Corazón de León). Con la ayuda del judío Isaac y de su hermosa hija Rebecca, Ivanhoe iniciará la lucha contra los usurpadores. Ambientada en la convulsa Inglaterra del siglo XII, pronto nos atrapan la riqueza de las descripciones y la viveza de su trama: asaltos a castillos, captura de prisioneros, raptos… Un universo en el que Walter Scott es, sin duda, un maestro.