Imagina que la Suerte se pusiera en huelga. Imagina que todo ocurriera un 22 de diciembre y que la bola del Gordo de Navidad se perdiera. Pero también imagina que fueras Gloria, la niña con peor suerte del mundo, que perdieras tú la bola y que por culpa de eso tu destino mejorara de manera sorprendente.