A diferencia del «marxismo de la objetividad», que atribuye el cambio social a una serie de fuerzas ajenas a la voluntad consciente de los hombres, puede decirse que el autor es un «marxista de la subjetividad». Williams ha intentado en su obra introducir en el pensamiento marxista la centralidad de la conciencia. Desde esa perspectiva, este clásico de la crítica estética revisa variados tópicos de la teoría cultural como la literatura, el teatro, las teorías de la cultura, las formas de producción cultural (tanto dominantes como subordinadas, celebradas como marginales), y los rasgos de la sociedad del capitalismo tardío y del orden socialista. El tema central de este volumen ya está dado en el título, y es la elaboración, dentro de la teoría marxista y de la política socialista.