Obra concebida desde y para la lucha ideológica y política, «El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado» (1884) es uno de esos libros donde los significados y las consecuencias desbordan ampliamente lo que se dice en sus páginas. Si bien su intención era mostrar cómo las columnas sociales, económicas y políticas del mundo decimonónico descansaban en terreno inestable, pues eran estadios terminales de dilatados y universales procesos históricos, y señalar a quienes nunca podrían acceder a la universidad que su destino no era permanente ni irremediable, la presente obra de Friedrich Engels (1820-1895), con sus brillantes atisbos y sus inocultables errores -bien deslindados por el autor del prólogo al volumen-, ha acabado ocupando por derecho propio un lugar innegable entre los clásicos del pensamiento.
Prólogo de Enrique Luque Baena