Pepe quiere jugar solo en la calle, pero su madre opina que es demasiado pequeño. Sin embargo, cuando se trata de ayudar en la cocina o poner la mesa, los padres de Pepe dicen que ya es mayor… ¿En qué quedamos? ¿Es Pepe aún un bebé, o es un grandullón que puede hacer cosas de mayores? A lo mejor es a ratos una cosa y a ratos otra… Lo único seguro es que a Pepe le gusta jugar, y no va a dejar de gustarle por muchos años que cumpla.