Sevilla asombró desde la Antigüedad. Según el mito, fue creada por el mismísimo Hércules y se desarrolló en el corazón de Tartessos. El Tesoro del Carambolo apareció a sus mismas puertas, en una zona que alberga algunos de los mayores dólmenes del mundo. Roma la embelleció y su vecina Itálica fue cuna de dos de los más grandes emperadores romanos, Trajano y Adriano. San Isidoro de Sevilla, fue el sabio visigodo que alumbró a la Europa cristiana del momento. Durante el periodo de Al Ándalus prosperó y con los almohades se convirtió en su capital. La Giralda aún señorea sus cielos. Almutamid, el rey poeta, construyó la taifa más importante. Tras la reconquista cristiana por Fernando III el Santo se levanta una catedral tan grande y hermosa que fue considera obra de locos. Tras el descubrimiento de América se convierte en Puerta de Indias y una de las ciudades más prósperas del mundo, capital del Barroco y del arte español. Lugar de inspiración de románticos, sede de Exposiciones Universales, una ciudad que muestra su pasado en mil esquinas, calles y plazas de ensueño.
La Historia de Sevilla es hermosa.
Contada a través de los ojos de los niños, aún lo es más.