«Veinte mil leguas de viaje submarino» es una gran narración poética, furibunda, impregnada de tintes románticos y descripciones sublimes, presidida por el mar y por uno de los mejores personajes de Jules Verne, el capitán Nemo, y su legendaria máquina, el submarino Nautilus.
Verne ha inspirado a lectores y escritores de todo el mundo. Turguéniev, Tolstoi, Bradbury, Rimbaud, Perec o Le Clézio son solo algunos de los que lo han leído con pasión. Ahora, cuando celebramos el sesquicentenario de la publicación de esta obra, podemos recordar las palabras de Fernando Savater, que afirma que para interesarse por Verne basta con que el lector «no haya perdido la capacidad de gozar leyendo».