El señor Telmo, dueño de una pequeña zapatería, lleva mucho tiempo tratando de vender unos zapatos entre sus clientes. Nadie los quiere, ni siquiera regalados. Parecen estar gafados. Decide dejarlos en la calle, junto a los contenedores de basura. Pablo, un niño de doce años que pasa cada día por allí, tropieza esa tarde con la caja y, siguiendo un impulso ciego, acaba por llevarse los zapatos sin saber bien lo que hacer con ellos. A partir de ese momento, se verá metido en un mundo fascinante cuyas reglas nada tienen que ver con nuestra realidad ordinaria, un mundo en el que lo imposible deviene posible y las aventuras se suceden, enseñándole que hay riesgos que merece la pena asumir y cosas por las que merece la pena luchar.