Las palabras con las que Bécquer caracteriza la poesía de Augusto Ferrán pueden servir para definir su propia poesía:
«natural, breve, seca, que brota del alma como una chispa eléctrica, que hiere el sentimiento con una palabra y huye, y desnuda de artificio, […] despierta, con una que las toca, las mil ideas que duermen en el océano sin fondo de la fantasía».
Este es el tono de las «Rimas»: naturalidad, brevedad, desnudez y sugerencia.