Las procesiones de Semana Santa se convierten en el gran símbolo cultural
de nuestra tierra y conectan psicológica y sociológicamente con la fenomenología
religiosa precristiana. Ninguna generación puede ocultar los hechos
psíquicos, por lo que las experiencias de los pueblos predisponen los modos
de vivirlas, y así el cofrade ha construido su religiosidad sobre un puente directo
entre él mismo y la divinidad.
Por ello, no es extraño que en esta obra, erigida como una Cuaresma dedicada
a la Arqueología cofrade, se reconozcan los estratos históricos de la fiesta y
la esencia litúrgica del rito, se muestre el hallazgo de varios cientos de piezas
artísticas y culturales primigenias que son determinantes para reconstruir
cabalmente la genuina procesión penitencial, y hallemos a Platón describiendo
la procesión de Bendis, conectemos a Astarté con la Virgen de Regla, a Isis
con la Macarena, al Melkart gaditano con el Gran Poder o al templo clásico
con el paso de palio.