Al igual que otros escritores de su tiempo, Charles Dickens no fue ajeno al gran interés que despertaron en su época el espiritismo y los fenómenos sobrenaturales relacionados con el más allá. Fruto de ello fueron varios cuentos que tienen como fondo la atmósfera lúgubre, misteriosa, escalofriante y, a veces, terrorífica propia de este mundo crepuscular, protagonizados por personajes o espíritus inquietantes o siniestros. Esta recopilación (publicada asimismo en otra colección como «El guardavía y otros cuentos de miedo») reúne los relatos más renombrados y brillantes del autor dentro de esta parcela.