«Bueno, mira. Que me detengan. Si´, mate´ al pajarillo. A ver, por favor, que soy UN GATO. ¿Que´ se supone que tengo que hacer ? Vale, vale. A lo mejor me pase´ arrastra´ndolo y deja´ndolo en la alfombra. Porque lo mismo las manchas no salen ya nunca. Lo dicho, que me detengan.»
Tuffy se considera un gato normal y corriente. Por eso no entiende por que´, cada vez que entra por la gatera con un animalillo en las fauces, su familia monta un drama. Mejor dicho, un dramo´n. ¡Pero si es un gato! ¿Que´ es lo que esperan de e´l? No piensa cambiar, eso lo tiene claro.
Pero un di´a arrastra a Tambor, el conejo de los vecinos, hasta la alfombra de casa, el pa´nico cunde y todo se descontrola. Ahora si´ que se ha metido en un buen li´o…
¿Conseguira´n solucionar entre todos el desastre?