Ángel Guinda, poeta al que se asocia inmediata y fundamentalmente con la temática de la muerte y por una mirada amargo-realista respecto a temas inherentes a la condición humana, como son el paso del tiempo, la enfermedad, la vejez, las ausencias, también ha creado espléndidos poemas de amor; intensos y arrebatados unos, minimalistas otros, y auténticos y sinceros siempre.
Inmersos como estamos en una época opaca determinada por la pandemia sanitaria, parece conveniente y necesario rescatar poemas que nos iluminen, que nos reconforten y nos reconcilien con lo mejor de nosotros mismos.
«El arrojo de vivir» recoge una selección de treinta y cuatro poemas de amor que Ángel Guinda ha publicado, a lo largo de su dilatada trayectoria, en «Entre el amor y el odio», 1977; «Vida ávida», 1980; «Toda la luz del mundo», 2003; «Claro interior», 2008; «Caja de lava», 2012; «Materia del amor», 2013; «Catedral de la noche», 2015; y en las revistas Oropeles y guiñapos, nº 6, febrero de 2020 y La hoja azul en blanco, nº 25, correspondiente al otoño-invierno 2021-2022.
Para quien se acerque por primera vez a la obra de Ángel Guinda a través de «El arrojo de vivir», conviene señalar que se incluyen poemas que en la década de 1980 fueron musicados por la cantante Rosa León, como “Somos pareja” y “Soneto de amor”, que tituló Si eres tú, y que cantaba junto a Amaya Uranga, integrante del grupo Mocedades. El poema “Adamar” fue musicado en 2001 por José Antonio Labordeta y cantado por él mismo y por Mª José Hernández.
Raquel Arroyo Fraile