El día que Quino, el payaso más popular del lugar, invita a bailar a Lizzy, no acepta un no por respuesta. Ese día todo sale mal, y a pesar, de que Quino intenta ocultar en el fondo de su baúl lo sucedido, nada volverá a ser igual, ni para la bailarina, ni para el payaso, que no entendió que NO siempre significa NO