Rosario y su hermano viven con un monstruo. Es fuerte y alto; escupe espuma por la boca y, en muchas ocasiones, sus ojos se tiñen de rojo.
«Este relato nos acerca a las emociones de dos hermanos que viven situaciones de violencia en su hogar. Las vivencias son descritas desde el punto de vista de los niños que afrontan los hechos desde una mirada tímida e inocente. Ramón Trigo logra, con las ilustraciones, equilibrar un texto dramático que nos muestra una realidad en la que están inmersos muchos menores».