Se reúnen en este libro los textos de los llamados «Presocráticos», una designación convencional pero que se ha consagrado para designar a los primeros escritores griegos que organizaron formas de pensamiento ya no míticas, sino racionales, con las que trataban de dar cuenta del origen y configuración del mundo. Aristóteles en la Metafísica los considera los primeros filósofos, una opinión autorizada, si bien no compartida por algunos autores modernos que pretenden negarles tal categoría sin demasiados motivos. Estos pensadores no solo ejercieron una profunda influencia sobre los que los siguieron (para afirmarse en sus postulados o para refutarlos), sino que continúan siendo objeto de incesante interés en nuestro tiempo, tanto por parte de filósofos o físicos teóricos, que reconocen en ellos intuiciones geniales, que se adelantaron extraordinariamente a su época, como para el público en general, que puede acceder, a través de su lectura, a las primeras manifestaciones de la nueva aventura de filosofar, la de hacerse preguntas sobre el mundo, sobre el hombre y sobre lo divino, preguntas que, a pesar del gran desarrollo de las ideas filosóficas y científicas de nuestros días, siguen siendo en su esencia las mismas que se plantea el hombre moderno. Al tiempo de proponer nuevas explicaciones, los Presocráticos crearon y desarrollaron métodos de indagación y recursos expositivos para los nuevos modos de pensar.