Max y Luna van juntos a un centro comercial. Allí él se queda prendado de un precioso vestido rosa con lazos y piensa que a Luna le quedaría de maravilla. Sin embargo ella solo presta atención a los balones. La noche que Max va a dormir a casa de Luna, ella lo recibe enfadada porque su abuela le ha regalado el vestido rosa con lazos y cree que Max es el responsable.