Detrás del escepticismo, que parece declarado en el título Quod nihil scitur, surge una propuesta de estudio de las condiciones vigentes para la enseñanza de la filosofía natural, y de la medicina en particular. Plantea un discurso sobre el sujeto del conocimiento, sus capacidades y dificultades, abogando por un nuevo método en la fundamentación de las ciencias. Como partícipe de la cultura humanista, que guardaba el recuerdo del De rerum natura de Lucrecio, su pensamiento preludiaba los debates del Novum Organum de Francis Bacon y del Discurso del Método cartesiano.