En estas memorias José Zorrilla se nos revela como un hombre solitario, contradictorio, ferozmente autocrítico, pero con gran sentido del humor y de trato amistoso; y además, como un hombre de empresas imposibles, cosmopolita y con una vida aventurera que discurre por Europa y América. En ocasiones es protagonista en estos artículos de episodios políticos, culturales y sociales relevantes de su época, mientras otras se comporta como mero espectador o fabulador de estos, ofreciendo uno de los pocos ejemplos de la literatura memorialística española del siglo XIX.