Desde que era cachorra, A Zima le han enseñado que debe temer a los humanos y, por encima de todo, a las brujas. Pero cuando su familia se ve en peligro, no tiene más remedio que pedir ayuda a Baba Yaga, la terrible bruja del bosque.
Aunque la vieja, casi retirada, evita en lo posible la magia, en esta ocasión necesita el olfato y la agilidad de un lobo para proteger el bosque y los seres que lo habitan, de modo que le propone un extraño intercambio. Así, desde una cabaña repleta de misteriosos cachivaches que se alza sobre unas patas de gallina, tras aceptar el hechizo, Zima contempla atónita a su cuerpo de loba gris desaparecer entre la espesura. Y ella se ha quedado atrapada en la choza… ¡y en la forma de la anciana Baba Yaga!
Entonces, alguien llama a su puerta. Es Nadya, una niña huérfana que la busca para truncar los planes del zar Aleksander, un ser despiadado que pretende acabar con el bosque para siempre. Tal vez la misión de Zima no sea únicamente proteger a su manada, sino unirlos a todos: lobos, humanos y brujas, para luchar contra la amenaza que se cierne sobre ellos.
Al fin y al cabo, solo necesitan comprender que, en el fondo, no son tan distintos. Y que aman las mismas cosas.