En la memoria gustativa de nuestra infancia hay el recuerdo de las jugosas tortillas de patata que preparaba la abuela, de las incomparables albóndigas que ya forman parte de la tradición familiar y de los flanes con nata que coronaban la comida de los domingos. Pero ahora que hemos escogido llevar una alimentación vegetariana (sin carne ni pescado) o vegana (sin ningún alimento de origen animal), ¿tendremos que dejar atrás para siempre estos platos deliciosos?
La buena noticia es que, con algunas ideas y pequeñas modificaciones en los ingredientes, la cocina vegana nos puede transportar igualmente a los aromas y a los sabores que añoramos. Marta Castells, profesora de cocina natural y saludable, ha revisado el recetario tradicional para adaptarlo, de una manera sencilla e imaginativa, a una dieta vegana, de modo que sus recetas nos trasladen, por la vista y por el gusto, a la cocina de la abuela.